Pacto a la española. El arte de mirarse el ombligo una y otra vez
¡Pactum……, alea jacta est!
Es evidente que en este país, los pactos políticos a los que se llega a un acuerdo, e inclusive a los que desgraciadamente no se llega, no están pensados en su concepción para dar respuesta a los ciudadanos, que después de manifestarse en las urnas, esperan que los lideres de los partidos a los que han votado tengan la responsabilidad de conseguir, por lo menos en parte, los objetivos políticos prometidos.
Los pactos realmente se plantean como un arma arrojadiza a utilizar en contra del contrario en la manida y permanente gestión del conflicto, un resorte de potenciación y maximizacion del poder emanado de las urnas, y una suerte de lucha fratricida entre los diferentes lideres, oráculos y asesores, con el fin de encumbrar la mejor estrategia y a su valedor como el gurú político de moda, y ser la referencia de futuro para los libros de historia, en función de haber producido niveles mas altos de testosterona que sus contrincantes políticos.
En las elecciones generales del pasado mes de Abril, los ciudadanos han apostado por un abanico de alternativas políticas que por si mismas no pueden gobernar. El PSOE ha sido el partido mas votado, y el que tiene la potestad inicial y la responsabilidad de intentar formar gobierno, obteniendo el mayor numero de apoyos para la investidura, concepto este del que deberían ser responsables y moralmente participes todos los partidos que conforman el espectro parlamentario español.
«Los ciudadanos tienen sus preferencias individuales, pero por encima de todo quieren que se llegue a un pacto. No quieren repetir las elecciones«
Las preferencias en relacion a que tipo de pacto es el mas adecuado varían en función de los diferentes grupos de interés, mientras que los poderes económicos y el IBEX 35 propugnan una alianza entre el PSOE y Cs, que supuestamente generaría estabilidad a sus inversiones actuales y futuras, los militantes de Unidas Podemos y los de los partidos a la izquierda del PSOE, creen que una alianza de coalición del conjunto de la izquierda proporcionaría a nuestro país la clave para restaurar, y si cabe, mejorar el estado de bienestar que desgraciadamente se mermó en gran medida con la crisis del 2008 y el posterior advenimiento del gobierno de la derecha.
Una gran parte de los militantes del PSOE esperan poder aprobar la investidura con la abstención o el voto a favor de los partidos de la izquierda, y luego gobernar en minoría a base de acuerdos programáticos puntuales. Por ultimo, los ciudadanos lo que realmente anhelan es que se conforme un gobierno de una vez por todas, que solucione los grandes problemas estructurales como son el paro, las pensiones, la corrupción, la educación, la sanidad, etc., y que ayude a mejorar el alcance y ensanchar el volumen de la clase media en nuestro país, como base y pilar de la evolución social.
«En general, los pactos políticos en España son muy complicados, pero los que desarrollan los partidos de izquierda incorporan un alto nivel de cainismo estructural»
Una vez que se ve lejos la posibilidad de dar gusto al poder económico articulando un pacto desde el centro político entre PSOE y Cs, la única alternativa posible antes de irnos de vacaciones, es desarrollar un pacto con las fuerzas progresistas de izquierda que permita una investidura por mayoría simple, y después gobernar desarrollando acuerdos en temas importantes para la ciudadanía, en especial en aquellos donde exista una sintonía política y una cercanía de posturas.
Para ello, es necesario adecuar la mejor alternativa del pacto (BATNAs) para cada una de las partes, y dejar a un lado personalismos y estéticas políticas mediáticas, que solo sirven para generar una mayor distancia entre ellas. La contrapartida a la simplista gestión weberiana del conflicto, es sencillamente trabajar sobre la capacidad de cesión de nuestros planteamientos iniciales, y generar nichos de colaboración mutua donde se potencie las sinergias de trabajar en grupos multidisciplinares conjuntos. Lógicamente, este tipo de espacios solo pueden funcionar si se tienen unos altos niveles de compromiso y de lealtad mutuos que refuerzen y solidifiquen, en la practica, el desarrollo en conjunto del acuerdo.
La opción de ir a nuevas elecciones es muy arriesgada, ya que el electorado español es bastante probable que tienda a buscar en la abstención y en el voto de castigo, la cerrazón y la negativa de los lideres políticos de la izquierda de no respetar sus decisiones, mandatos y expectativas. La creciente desafección política que sufre la sociedad española y europea, es el resultado del abandono paulatino de la ciudadanía por la clase política, generando discursos y promesas para acceder al poder, que luego no se cumplen en un porcentaje elevado.
“El dialogo es, sin duda, el instrumento válido para todo acuerdo pero en él hay una regla de oro que no se puede conculcar: no se debe pedir ni se puede ofrecer lo que no se puede entregar porque, en esa entrega, se juega la propia existencia de los interlocutores.”
Adolfo Suarez
Todo lo que dices – Paco – está muy bien. Pero lo está al modo de las tristes baladas celtas, como queja de lo que pudo ser pero no fue y dado que no se estaba cuando los hechos sucedieron, pues todos y ningunos culpables. A pesar de estar de moda furiosa, la equidistancia solo conduce a la melancolía.
Parece que volvemos a las urnas, aunque tampoco estas, al menos próximamente, solucionen los problemas que tienen los electores que se sienten de «izquierda» (no miremos en que grado). Hay creo tres grandes expresiones y aun estas con innumerables divisiones a su vez. Los electores que votan PSOE, los electores que se abstienen, y los que votan a opciones electorales a la izquierda del PSOE.
Mi pronostico: el PSOE puede mantenerse, los abstencionistas persistirán al alza, la izquierda nacionalista subirá, la izquierda soberanista sobrevivirá. Posiblemente, la izquierda más radicalizada se estrelle si se presenta «a pecho descubierto». Tengo dudas si la izquierda oportunista se atreverá a batallar sin una figura a quien parasitar. Ergo el PSOE no habrá podido expulsar a sus izquierdas fuera de los resultados electorales y estará disfrutando un lustro de impotencia y frustración…más allá no se ve en «mi bola», pero seguro que será más peor.
Saludos
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