¿Que es ser de izquierdas en la actualidad?
Hoy he estado reflexionando sobre los diferentes movimientos plataformas y alternativas posibles, encaminadas a potenciar los planteamientos progresistas al margen de las estrategias de los partidos mayoritarios del espectro de izquierdas, y que pasa por fragmentar las grandes formaciones para desde la homogeneización de ideas integrarse en bloques para concurrir a la elecciones generales de 2015. Desde esa reflexión inicial he derivado en el planteamiento de la dificultad actual de identificar el clivage clásico Izquierda-Derecha en atributos aceptados universalmente que ayuden a su catalogación. Afortunadamente para mi, «ser de izquierdas» siempre ha sido algo mas que meros símbolos estéticos, gestos o preferencias socio-culturales, maneras de afrontar los problemas socio-económicos, o un posicionamiento concreto dentro del status social establecido. Ese plus verdaderamente ideológico esta integrado por la visión colectiva de las relaciones humanas en términos de organización social y la subyugación real del interés individual en beneficio del interés colectivo, sin renunciar por ello al desarrollo del individuo en su propia realización personal. El manido y mal interpretado termino o concepto «izquierda política», debería de evolucionar en paralelo al gran proceso de cambio que forzosamente tienen que desarrollar los planteamientos sociopolíticos y económicos de organización social actuales, donde, nos guste o no, el liberalismo es la base y el núcleo del sistema y los diferentes matices ideológicos representan subsistemas endogamicos, jugando a ser partes de un todo.
Quizás las claves que en su momento ayudaron al ser humano a evolucionar socialmente como son los conceptos de individualidad, Estado, igualdad, solidaridad y cooperación, deberían de ser revisados en relacion a los condicionantes actuales de entorno, singularidad y universalidad, con el fin de determinar el punto de origen y la cosmologia política y social del medio ambiente externo actual, para así poder desarrollar con garantías de éxito teorías políticas de organización social validas para el ciudadano del siglo XXI. Las grandes teorías de la izquierda de los siglos XIX y XX, se amasaron y hornearon en un contexto sociopolítico concreto que determino soluciones practicas encaminadas a distribuir adecuadamente las rentas del trabajo y del capital, y focalizar el concepto de hegemonía cultural como elemento catalizador de los conceptos de soberanía y Estado. Lógicamente, aunque esta redistribución sigue siendo muy desigual desde el punto de vista Norte – Sur, y del de Oriente – Occidente; en las sociedades de lo que denominamos primer mundo o el ámbito de las democracias occidentales, donde el paulatino incremento de la dimensión y las rentas de la clase media ha sido mas efectivo dentro de esos objetivos macro-sociales, se percibe un cierto tufillo a indignación colectiva en relacion al poder instituido, que no se puede asociar de ninguna manera con una percepción negativa del ciudadano sobre el concepto de democracia como sistema político. Realmente la indignación colectiva, mas allá de los hitos y cocinamientos estadísticos, esta directamente asociada al grado de indefinición y de integración de la oferta del sustrato ideológico colectivo mas progresista con el conjunto de la sociedad, y al deficiente, utilitarista e interesado desarrollo practico de las estructuras e instituciones democráticas para la ejecución y control de la acción de gobierno.
Por ello y para contestar a la pregunta, ¿Que es ser de izquierdas en la actualidad?, es necesario discernir el sustrato ideológico básico que entendemos envuelve al concepto, que para mi se podrían sintetizar en los siguientes items o matices de referencia:
- Entender el concepto de ciudadano desde su individualidad, libertad, igualdad y solidaridad asociadas, y el concepto de soberanía identificado con el pueblo o nación
- Búsqueda de la felicidad individual a través de la felicidad colectiva
- No admisión del concepto de «daño colateral» en las interacciones políticas, sociales y económicas del ámbito organizacional publico y privado.
- Simbiosis practica entre los conceptos de igualdad, solidaridad y cooperación.
- Visión del Estado como garante de los derechos y servicios básicos del ciudadano, al margen de los modelos para su ejecución práctica.
- Necesidad de interactuar con nuestro medio ambiente organizacional, desarrollando el concepto de pensamiento critico en los procesos de toma de decisiones y primando el espíritu colectivo.
- Una visión ética de nuestros procesos, donde el «como» y el «para que» se hacen las cosas es tan importante, o más, que el propio «resultado». Primando la implementación de valores post-materialistas en el conjunto de la sociedad, que minimicen los efectos negativos de la globalización desde el punto de vista del consumismo y del utilitarismo social.
Desde mi perspectiva particular, cualquier persona que cumpla con los items anteriormente citados podría ser parte del concepto de «izquierda política», al margen de su particular visión a la hora de elegir la ejecución de acciones concretas, que como mínimo deberían de ser coherentes con ese sustrato ideológico básico, ademas de ser racionales y utilitaristas, exclusivamente, desde el ámbito colectivo.
En cualquier caso, para mi «ser de izquierdas» mas allá de los atributos empíricos que pudieran definirlo, implica una voluntad expresa de acción y de mejora continua del medio ambiente organizacional, que en términos cualitativos y totalmente subjetivos se puede expresar como la conexión cósmica o cuasi espiritual con el universo sociopolítico. Esa curiosidad por nuestro entorno, esa necesidad de encontrar respuestas, de resolver desigualdades, de ponderar, equilibrar y priorizar las acciones y decisiones, hacen necesario el desarrollo de nuevas estructuras organizativas y códigos de actuación e interrelación que vuelvan a resintonizarnos con la masa social. Todos los pensadores del pensamiento político en cada momento han dado mucha importancia a las estructuras, instituciones y códigos de actuación y relacion que tenían que dar forma practica al desarrollo de los sustratos ideológicos respectivos. Las ideas sin organización, estructura, control y retroalimentación, son expectativas sociales frustradas que cuando son muy reiterativas desembocan en procesos de agnosticismo político en el conjunto de la sociedad, que suelen ser la antesala del advenimiento de populismos, enmascarados por tintes religiosos, étnicos, geográficos, de interés, etc., y que siempre de una manera o de otra terminan siendo regímenes totalitarios.
Por ultimo la pregunta del millón. ¿Esperamos a que aparezca mas tarde o mas temprano una teoría política nueva que acierte con las claves y soluciones empíricas de nuestro actual entorno?, o por el contrario, ¿intentamos modificar ya nuestras estructuras actuales y nuestra manera de interaccionar con, entre y para los ciudadanos desde la perspectiva de la organización social en su conjunto?.
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[…] Ser de izquierdas, es aplicar el espíritu que impulso y fraguó el 39 Congreso del PSOE. […]