Carta sin destinatario
Como colaborador de este blog me he sorprendido bastante al analizar las estadísticas y comprobar que la mayoría de las visitas se originan en EE.UU y China. Este hecho que por un lado nos reconforta y alimenta nuestro ego intelectual, cuestión por la que les estamos muy agradecidos, también nos genera un cierto desasosiego por la posible asociación errónea que algún lector pudiera hacer, en base a la actual situación política en España, entre la actitud y moralidad de algunos políticos españoles y la que pone en practica el pueblo español en su vida cotidiana que realmente es su sello de identidad.
Los medios de comunicación focalizados en la maximizaron de las audiencias y en el vasallaje inquebrantable a los intereses de sus amos, realizan un desarrollo y cobertura de la información totalmente sesgada, donde se encumbra lo negativo, lo morboso, lo reprobable, etc., fundamentalmente porque vende mas y en algún caso porque interesa mas. Las iniciativas encaminadas a construir un futuro de esperanza, como pueden ser las acciones de protesta ciudadana para acabar con la corrupción política, el desarrollo de alternativas económicas para paliar la crisis, etc., pasan a un segundo o tercer plano en los titulares de los medios, cuestión que me induce a pensar que en estos momentos a los que realmente mandan no les interesa la estabilidad y quieren debilitar el sistema, posiblemente para organizarlo de otra manera que les permita seguir multiplicando exponencialmente la masa monetaria y los beneficios y seguir disfrutando del control de la distribución de la riqueza.
Lógicamente, el pueblo español tiene parte de responsabilidad en este asunto, fundamentalmente por confiar excesivamente y no controlar a la clase política y por tener un concepto muy paternalista del Estado y sus gobernantes. A su vez, la clase empresarial española, a caballo entre el ciudadano y el desarrollo de un poder fáctico, tiene que dejar de fagocitar, exclusivamente, los presupuestos generales del estado y volver a ser el motor del país generando riqueza estructural, a través de emprendedores de verdad que sepan trabajar en el medio y largo plazo y que unan su éxito a los logros del país.
Afortunadamente, dentro de poco tiempo tendremos la oportunidad de demostrar al mundo nuestra mayoría de edad política, poniendo al frente del gobierno y de las instituciones políticas españolas a personas que nos den garantías en aquellas cuestiones esenciales para nuestra necesaria evolución democrática como son la reforma constitucional, recuperar el sentido publico y colectivo del Estado y fomentar la participación ciudadana. Si esto no es así, desgraciadamente seguiremos en la caverna de Platón hasta la próxima oportunidad.
Realmente lo mas difícil no es crear algo sino mantenerlo y enriquecerlo.