De la casta le viene al galgo…..
Me ha parecido muy interesante el artículo de opinión, “El reduccionismo populista”, publicado en el diario El País por el profesor López Garrido. A mi criterio, el citado articulo profundiza parcialmente en la raíz del problema estructural de la pérdida de confianza del ciudadano en las instituciones y en la clase política (la casta según el profesor Iglesias Turrión), y el aprovechamiento de este gap por la formación política «Podemos» para su posicionamiento en el espectro político español.
No obstante, en el desarrollo de la exposición del profesor López Garrido, he notado una cierta tibieza en el análisis de las razones reales por las que la “gente llana” tiene una percepción negativa de sus dirigentes y no encuentra diferencias claras en la aplicación práctica de la política desde sus opciones clásicas, izquierda Vs derecha, argumentos estos que esgrime el profesor Iglesias Turrión con el fin de validar políticamente su discurso sobre «la casta».
Desde mi punto de vista, la crisis ha acelerado y corroborado traumáticamente lo que las encuestas del CIS venían advirtiendo desde el año 2005, en referencia al desapego existente del ciudadano medio con la élite y las instituciones políticas. Lógicamente, una de las cuestiones determinantes que han favorecido el desarrollo de esta percepción negativa, es la excesiva profesionalización de las estructuras de los partidos políticos tradicionales, lo que conlleva forzosamente al desarrollo de procesos de toma de decisión utilitaristas, que en la mayoría de los casos buscan por encima del interés general, el mantenimiento del mal entendido status quo y el equilibrio con los intereses personales de los propios actores. Otra cuestión fundamental, es la percepción del ciudadano de que no existen diferencias claras y determinantes en la aplicación práctica de las políticas económicas entre los clivages tradicionales de izquierda y derecha, ya que los ciudadanos creen que ambos planteamientos políticos están subyugados al poder de los mercados y a la matización continua de las realidades supranacionales en los procesos de toma de decisión, cuestiones que el ciudadano percibe de manera homogénea, aunque realmente
si han existido diferencias, fundamentalmente en el posicionamiento de los gobiernos de izquierdas en el desarrollo de políticas sociales, cuestión que a lo mejor no hemos sabido comunicar adecuadamente; siendo también posible, que el conjunto de la sociedad haya infravalorado el desarrollo y los avances en esta materia y que solamente ahora, cuando se están perdiendo, se valoren realmente en toda su dimensión.
Yo creo que en la necesaria ración de autocrítica que deberíamos hacer como partido político, el PSOE tiene que interiorizar y asumir que ciertos posicionamientos por acción y otros por omisión no han sido los más correctos; “rectificar es de humanos” pero para poder abordar un proceso de cambio satisfactorio y completo debemos asumir nuestros errores, con el fin de poder reorientarnos de nuevo con la masa social. A lo largo de la historia se puede comprobar que las diferentes opciones políticas no pueden vivir de las rentas, vivir de aquello que se hizo bien un día, y que no es mas que lo que se tenía que hacer en función de la representación y confianza anteriormente depositada por los ciudadanos. La gran mayoría de los ciudadanos perciben un sentido práctico del desarrollo de la acción política, en relación directa a los servicios y prestaciones que provee y garantiza el Estado y al coste directo e indirecto de estos servicios, vía el desarrollo de la política fiscal.
Más allá de los planteamientos de futuro que plantea el profesor López Garrido, los cuales suscribo en su totalidad, como son nuestra identificación con un modelo social europeo renovado, la financiación del Estado Social a través de una correcta y equitativa política fiscal, la lucha contra la pobreza, la marginación y la exclusión social, etc.; es necesario resolver el tema del desempleo, ya que supone una merma de ingresos importantes para el mantenimiento del Estado del Bienestar, genera el sufrimiento y la marginación de los mas débiles, y además provoca una falta de motivación colectiva y de esperanza en el futuro, que siempre ha sido el caldo primigenio de la implementación de opciones populistas que al final siempre tienen un tinte pseudo – totalitario y provocan la polarización de la sociedad en exceso. Para ello, va a ser necesario recurrir a la intervención del Estado en temas como la penalización de la no circulación del capital, el ajuste temporal de la deuda, la correcta priorización de la política presupuestaria y el control y la matización de la gestión de los mercados financieros como elementos dinamizadores de la renovación económica.
También resaltar, que el efecto “Podemos”, de momento, ha sido exclusivamente un ejercicio notable de comunicación política, que ha sabido ordeñar la ubre de la desesperanza, la desafección, la indignación y la impotencia de los ciudadanos, ante una clase política presa de las circunstancias, la inercia y los intereses, la cual ha propiciado que “Podemos” tenga un posicionamiento político en planteamientos ideológicos minimizados o abandonados por las fuerzas de izquierda y un buen posicionamiento mediático, al servir equivocadamente a la derecha para intentar debilitar a sus adversarios políticos, lo que ha permitido a “Podemos” escenificar adecuadamente su discurso. En resumen, han creado un ogro que ahora no pueden controlar.
Por último comentar, que para que la percepción de los ciudadanos cambie y vuelvan a vernos como su referencia dentro del ámbito de la organización sociopolítica, necesitamos que perciban ese cambio de manera nuclear en todos y cada una de las instituciones y ámbitos públicos donde interactuamos con los ciudadanos. Tenemos que demostrar, en la práctica, que somos capaces de defender con claridad e intensidad el interés general de los ciudadanos en los diferentes Parlamentos y Asambleas, en los Plenos de los Ayuntamientos y en la actividad de sus Grupos Municipales, etc., tanto en los sitios donde gobernamos como en aquellos que estamos en la oposición. También debemos integrarnos con la sociedad, convirtiendo a las Agrupaciones Municipales en verdaderos elementos catalizadores de la participación ciudadana, lo que a su vez nos ayudara a minimizar nuestro alto nivel de endogamia y disponer de una cantera renovada al integrarnos realmente con la sociedad.
Estas reflexiones estivales realizadas al amparo del toldo en un placentero duermevela, las intentare poner en práctica en mi pueblo, a la vuelta en Septiembre, desde el humilde desempeño de mi puesto de concejal de la oposición. Yo creo, quizás sea demasiado idealista, que la gente si percibe cambios en nuestra manera de ver y hacer política, volverá a confiar en nosotros.
El pueblo llano vota partidos. Marx empleó la palabra «partido» en el sentido de «tendencia». El «partido» no era tal o cual organización política, sino todas aquellas personas que en cualquier lugar u organización defendieran la causa que los une. ¿Estais unidos a esos vuestros votantes como partido? Todo es mucho mas sencillo
Estimado Anónimo:
Es evidente que no es de las mejores épocas en relacion a nuestros apoyos electorales, por ese motivo es necesario cambiar la «tendencia».
En referencia a la visión universal que Marx proyecto a sus planteamientos políticos, la cual suscribo, sigue teniendo una asignatura pendiente, que no es otra que la dificultad de conseguir un planteamiento político de mínimos que satisfaga a personas totalmente antagónicas desde el punto de vista de sus valores éticos, morales, culturales, espirituales y de organización social. El poder como solución a los conflictos siempre lleva a posiciones pseudo – totalitarias. (Mas información. Ver Post «El tercer salto evolutivo del hombre»).