El tercer salto evolutivo del hombre
Los incipientes y preocupantes conflictos geopolíticos, la crisis financiera mundial, el descrédito generalizado de la clase política y de los sistemas de organización social y el progresivo y exponencial deterioro medioambiental, están provocando una caída en picado de la percepción del ciudadano medio del primer mundo sobre sus niveles básicos de seguridad individual y colectiva, al desaparecer de forma traumática esa gran red psicológica de protección que representaba nuestra esperanza en el futuro, elemento siempre crucial y necesario en el desarrollo de los procesos evolutivos del hombre en materia de organización social.
Lógicamente, los procesos de evolución en materia de organización social están estrechamente ligados a la propia evolución biológica de la especie en relacion a su percepción del «yo» como conciencia individual dentro de un escenario colectivo de diversidad integrada, a la aplicación practica del pensamiento racional y a la capacidad de desarrollo individual de empatia y asertividad para generar modelos colaborativos de organización social, elementos que desgraciadamente nunca han tenido unos niveles homogéneos en el conjunto de la humanidad.
Esta heterogeneidad ha generado en la historia de la humanidad, el colapso de multitud de civilizaciones supuestamente mas avanzadas en su contexto geo-temporal y el salto evolutivo de aquellas menos desarrolladas, que curiosamente siempre estaban sometidas a las primeras. Afortunadamente y aunque han existido etapas oscuras en el desarrollo evolutivo de la humanidad, el saldo global es positivo, aunque bastante lento.
Las tesis capitalistas y socialistas que conformaron las grandes corrientes de pensamiento de los siglos XIX y XX, fueron el fruto y la materialización incompleta del desarrollo de las ideas de la Ilustración en Europa y Norteamérica, ya que no se consiguieron implementar de manera homogénea, ni siquiera en el conjunto de las sociedades donde se desarrollo. Esta heterogeneidad provoco el desarrollo de modelos de organización social basados en sistemas censitarios que promulgaban el utilitarismo de las élites, el individualismo ideológico y el sometimiento y el aprovechamiento de los recursos de las civilizaciones supuestamente menos desarrolladas. Desgraciadamente, estas corrientes de pensamiento han tenido desarrollos aceptables mientras han servido para dar seguridad e uniformidad a los individuos de las sociedades mas avanzadas, que eran el pilar básico de los sistemas de producción y por ende del materialismo y colectivismo ideológicos.
A tenor de lo planteado hasta el momento, es lógico pensar que para que no colapse el actual primer mundo, como civilización supuestamente mas avanzada y en función de su propio ciclo de vida, necesita generar procesos de cambio estructurales, que obligatoriamente deben de afectar de manera complementaria tanto a nuestra percepción del «yo», como a nuestro nivel de conciencia colectiva, cuestiones que a la postre determinaran modelos alternativos de organización social basados en una visión conjunta de la humanidad a través de una diversidad integrada, lo que permitiría dar un gran salto evolutivo a escala planetaria, pasando de la prehistoria de la humanidad separada, a la verdadera historia de la humanidad unida.
Por este motivo y para no tropezar en la misma piedra volviendo a desarrollar procesos de evolución incompletos, necesitamos un hombre renovado; que desarrollará una forma de existencia más autónoma y universal respecto a su entorno y a los recursos energéticos, que incrementará sensiblemente sus niveles básicos de información y conocimiento, que focalizará la toma de decisiones y el diseño de modelos colaborativos de organización social a través del desarrollo de actitudes proactivas y que se orientara hacia un estado de diversidad integrada. Según algunos especialistas este «tercer salto» en la evolución biológica del hombre, es el paso del Homo sapiens al Homo sapientissimus, que supondrá el despertar del ser humano a un nivel superior de conciencia colectiva, o superconciencia, que en términos cinematográficos, y parafraseando a Neo, protagonista de la famosa película Matrix, «….la solución del problema pasa por dejar de estar conectado a Matrix para ser realmente parte de Matrix».
Al final de esta exposición me asaltan las siguientes dudas de carácter conceptual:
- ¿Estamos en la actualidad preparados para dar este salto evolutivo?.
- En caso positivo, ¿Como vencemos la resistencia de los lobbies de poder al sentirse amenazados?.
- ¿Es posible el desarrollo de este tipo de saltos evolutivos, sin una catarsis traumática global de las sociedades mas avanzadas?.
En fin……., habrá que esperar; a lo mejor o a lo peor, yo no lo veo; pero si parece que no hay vuelta atrás, y que desgraciadamente en el medio plazo estamos condenados a evolucionar, total o parcialmente, o a colapsar como sociedad.
«Hemos llegado al punto de la historia biológica donde somos ya responsables de nuestra propia evolución. Nos hemos convertido en autoevolucionadores. La evolución significa seleccionar y, por tanto, escoger y decidir, y eso significa valorar.». Abraham Maslow.
«No entiendes realmente algo a menos que seas capaz de explicárselo a tu abuela». Albert Einstein.
«La evolución ha ido avanzando hacia la cumbre de la complejidad y, tanto si nos gusta como si no, la cumbre en estos momentos somos nosotros. De nosotros depende que la evolución continúe produciendo formas más complejas en el futuro. Podemos ayudar a hacer que este mundo sea un lugar más increíble que nunca o acelerar su retorno al polvo inorgánico». Mihály Csíkszentmihály.
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