Cuando Karl Marx fue al infierno
Según cuentan las crónicas de videntes y paranormales en la Inglaterra de marzo de 1883 , como si de una suerte de sortilegios y magias se tratara, una vez que Engels leyó el discurso en el sepelio de Karl Marx las puertas del infierno se abrieron definitivamente para el finado, aunque el mismo ya apuntaba maneras a criterio de algunos oráculos espirituales oficiales, por su fuerte carácter y su impulso revolucionario, contrario a toda sistematización, academicismo y alienación.
Una vez instalado en la recepción del infierno, Satanás le dijo: me dispongo a enviarte a tu peor pesadilla…., ser cabo de varas en la galería de piedra de lava donde tengo a los condenados picando piedra por la eternidad. ¿Alguna cuestión que manifestar?
Karl Marx contesto, solamente saber si en la galería hay comité de trabajo o lo tengo que montar.
Pasaron varios meses y Satanás se acordó de Karl y se animo a preguntar por el y por sus progresos. Para este fin llamo por teléfono al diablo responsable de personal de la sección donde estaba, Sr. Smith.
Satanás: Smith soy Satanás y me gustaría saber que tal le va a este chico que te mande hace unos meses, Karl Marx. ¿hace progresos?
Diablo Smith: Don Satanás no me miente la bicha, ese tío me esta hundiendo el chiringuito, ha conseguido que los condenados se nieguen a trabajar si no le damos un tazón de agua fresquita cada hora, y ha convencido a los responsables de sección de la necesidad de un estudio de condiciones de trabajo para eliminar riesgos y aumentar la productividad. En fin un desastre, si me lo pudiera quitar de en medio se lo agradecería, los ratios de producción han bajado y ya sabe Vd. que sino al final de año se va a cabrear mucho.
Satanás: Bien Smith no se preocupe, me voy a encargar personalmente de este problema y de paso voy a dar un escarmiento ejemplar que va servir de aviso para navegantes.
Seguidamente, Satanás convoca a Karl Marx para comunicarle su enfado y el nuevo rumbo en su periplo infernal.
Satanás: Condenado Karl Marx, ha llegado a mis oídos que estas causando problemas en mis dominios y por ello te condeno a hervir en la caldera central por toda la eternidad, consumiéndote poco a poco y sirviendo de alimento a la maldad del mundo. ¿Alguna cosa que decir?.
Karl Marx: Solamente decir que no voy a meterme en la caldera hasta que no me den el cursillo de prevención de riesgos y el de manipulador de alimentos, que si ya al principio empezamos mal, luego pasa lo que pasa y terminamos con problemas.
Pasaron varios meses y Satanás volvió a consultar con el diablo responsable de la sección de calderas, en este caso el Sr. Braun.
Satanás: Oye Braun soy Satanás, me gustaría que me dieras una alegría y que me confirmaras que este chico que te mande hace unos meses, Karl Marx, esta suplicando mi perdón y que esta como un guante de dócil.
Diablo Braun: Espero que no se enfade su excelencia infernal, pero este tío esta como un guante de como te las mete, me tiene en vilo, en un sinvivir; cuando no me convence a los que mueven el cucharon para hacer huelga, me pone denuncias de seguridad e higiene en la Inspección de Trabajo, un desastre total; la ultima ha sido de órdago, no se le ocurre otra cosa que traerme a los de Canal Averno 3, para hacer un reportaje de la calidad del caldo de la caldera y encima esta perfecto y nos dan una estrella Michelín, esto se nos va de las manos Jefe, ya no tenemos ni una mala salmonelosis.
Satanás: Braun me estas preocupando mucho, porque ya no tengo donde mandar a este canalla y me esta arruinando milenios y milenios de tranquilidad infernal.
Diablo Braun: Un momento Satanás a lo mejor tengo la solución, y si se lo mandamos a los del cielo argumentándoles que se ha regenerado y que se ha vuelto muy religioso y moldeable, siendo un mal ejemplo aquí en el infierno para el personal.
Satanás: Excelente Braun, eso haremos y ya vera las risas que nos pegamos encima, a costa de los sosos de arriba, que seguro nos lo devuelven en una semana.
Inmediatamente, Satanás se cita con San Pedro y acuerdan que de forma inmediata Karl Marx suba al cielo por un periodo de prueba de tres meses y vencido el citado plazo se volverían a entrevistar para comprobar los resultados de la prueba y verificar, si procede, su admisión definitiva en el cielo. Pasados los tres meses de rigor y extrañados por la ausencia de quejas del cielo por el comportamiento de Karl, Satanas arde en deseos de tener la entrevista con San Pedro y salir de dudas.
Satanás: Que tal San Pedro, como le ha ido a Karl en la prueba. Dime algo que estoy en ascuas.
San Pedro: Fenomenal, la verdad que Carlitos, como aquí le llamamos, es un chaval estupendo. Nos ha montado un sistema de comunas, donde todo el mundo opina de todo, estamos de asamblea en asamblea, todo el día debatiendo e intentando convencernos unos a otros. También ha generado un sistema de sugerencias donde todo el mundo opina de lo que quiere y cuando quiere intentando mejorar el sistema. En fin estamos muy contentos con el y no lo vamos a quedar definitivamente.
Satanás alucinando le contesta, pero entonces, os habéis cargado el poder omnipresente y la infalibidad de la palabra de Dios. Y por cierto, ¿Dios que piensa de todo esto?, estará que trina.
A lo que San Pedro le contesta, compañero Satanás que antiguo eres…., por si no lo sabes, Dios no existe.
La gota horada la piedra, no por su fuerza, sino por su constancia. Ovidio